El Rey León, un calco a lo Nat Geo

Cuando ví por primera vez El Rey león en 1995 fue en vhs en la sala de mi casa, me gustaba tanto que cuando acababa la película la retrocedía y volvía a verla unas 4 o 5 veces al día, era muy chiquita y las vacaciones te daban ese tiempo, bueno el punto es que esto me permitió tener grabado a detalle en la memoria cada pequeña cosa del filme, por lo que a la hora de ver la película cada cosa que cambiaron me hacía algo de ruido. La nueva entrega de Disney repite la fórmula del 'remake' donde nos entregan exactamente lo mismo pero con un lavado de cara hiperrealista, voces casi exactas a las originales y ciertos agregados que no afectan para nada la trama. La rigidez de la expresión facial de los personajes recuerda mucho la forma en la que animaron a los animales en 'Babe' lo cual los hace de cierta forma más realistas, menos caricaturezcos y por ende menos cercanos al público.  En general una experiencia nostálgica que disfrutarán más los padres que los hijos (en el cine la mayoría de niños que vi estaban distraidos y para nada enganchados con la película). Solo espero que la máquina de hacer dinero de Disney pronto busque nuevas creaciones y detenga esta fórmula de rehacer cosas.